Apareciste un día cualquiera de un mes cualquiera, ese mismo día en el que yo me había dado por vencida en esto del amor.
Tu primera palabra, adiós, sin saber ni tu ni yo lo que el destino nos deparaba y que precisamente ese adiós se convertiría poco más tarde en un hola, un hola a una nueva etapa en mi vida, a una nueva forma de ver lo que sucede a mi alrededor y sobretodo un hola a una vida feliz junto a una persona como tú, que desde el día en que te conocí te has desvivido por hacerme feliz, por verme sonreír y porque yo me sintiera la mujer mas afortunada del mundo por tenerte y estoy segura que seguirás haciéndolo siempre así.
Eres como eres y sé que no vas a cambiar, me crispas los nervios 100 veces al día pero te quiero y eso creo que es lo que importa, con eso se soporta todo.
Hoy quería agradecerte el estar en mi retaguardia siempre y darme la mano cuando me caigo, solo tú sabes hacerlo así de bien. También agradecerte la valentía que tuviste en tu día para afrontar tantos problemas como nos han surgido y estoy segura de que desgraciadamente seguirán surgiendo pero ya nos dijeron un día que la vida no es un camino de rosas y que hay que ser fuerte para poder sonreír, solo quiero que sepas que pase lo que pase estoy aquí y que no me voy a ir de tu lado.
Eres un regalo que “el de arriba” no sé ni cómo ni porque me ha concedido tener y disfrutarlo, si el quiere el resto de mis días.
Un día tan especial como hoy quiero decirte que lo eres todo, como un día bien te dijo mi madre, no concibo el mundo sin ti, eres parte de mí, eres mi faro por eso sabes de sobra que si ese faro se apaga estoy perdida.
Espero no perderme nunca y que esto vaya a mejor como hasta ahora.
¡¡¡FELICIDADES DANIEL!!! Te Quiero 2/1/2010
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